(WARNING este fanfic contiene lemon,si no sabes lo que es o no te gusta el lemon no lo leas, quedas avisado).
-Mmh...aaah.Lo único que era capaz de hacer Tsuna era emitir leves gemidos de placer provocados por Hibari, quien sonreía de forma traviesa contemplando su obra.
-Sabes... eres muy lindo cuando te pones así...
Decía Hibari con tono seductor mientras se separaba de Tsuna para que ambos pudieran coger aire. Tsuna por su parte estaba recostado en el suelo jadeante y acalorado.
Hibari se le acerca al oído y susurra.
-Espero que estés preparado Tsuna porque lo mejor aún está por comenzar. Así es Hibari se acercó nuevamente a los labios de tsuna dándole un beso mucho más ardiente y menos tierno que los anteriores.
-Aaaahh....nh..nnh.El cuerpo de Tsuna estaba cada vez más y mas caliente, mientras Hibari aprovechando que Tsuna se había doblegado ante el placer que este le hacía sentir introdujo su lengua en el interior de la boca de Tsuna explorándola y buscando encontrarse con la suya.
-Hibari....saahn....d..deten....ahh...Tsuna le rogaba por clemencia al joven de cabellos negros que se encontraba sobre el en ese momento pero el placer que sentía era tan intenso que no le permitía completar frase alguna. A lo que Hibari contestó.
-He,dices que pare...pero tus pantalones dicen otra cosa.Decía Hibari con tono lascivo dirigiendo su mirada hacia el bulto que crecía en la entrepierna del joven de cabellos castaños.
Tsuna se tapaba la cara con las manos de pura vergüenza no quería que Hibari viera esa parte de él, pero Hibari agarró su manos y las separo de su rostro para después depositar un beso en su frente y decirle.
-Hey no seas injusto déjame ver ese lindo rostro tuyo, no tengas vergüenza yo se como arreglar esto.
Hibari se acercó al oído de Tsuna para mordisquearlo ligeramente y susurrarle.
-Déjame esto a mi...
-Kkyahhhh....ahhh...Hibari desabotonó la camisa de Tsuna y comenzó a succionar y lamer un pezón de Tsuna mientras con una mano pellizcaba el otro provocando que Tsuna emitiese un gemido agudo ya que era la primera vez que le hacían algo así.
mientras una de sus manos jugaba con sus pezones la otra se deslizó por el suave abdomen de Tsuna hasta su ingle para desabrochar sus pantalones y quitárselo
Dejando ver la ropa interior de Tsuna unos boxers de tela con dibujos de ositos.
Lo siguiente que hizo fué deslizar su mano por el interior de la ropa interior de Tsuna y empezó a masajear la entrepierna de Tsuna por dentro de su ropa interior.
Aaaahhh.... los gemidos de Tsuna eran cada vez más fuertes y su entrepierna empezaba a humedecerse mojando la mano de Hibari, justo en ese momento se detuvo.
-(¿Eh? ¿Porque se detuvo?) Hibari dejó de jugar con los pezones de Tsuna y sacó su mano de su entrepierna bajando la otra mano también a donde se encontraba la otra, miró a Tsuna que lo miraba con duda y con ambas manos le despojó de su última prend dejándolo desnudo y a su merced.
Tsuna estaba muy avergonzado. Por favor Hibari-san...para...p..por favor.
a o que Hibari le contestó.
-Lo siento no puedo hacer lo que me pides, porque ya me he decidido a hacerte sentir bien y no pienso detenerme ahora. Dicho esto Hibari metió el miembro de Tsuna en su boca y comenzó a succionarlo.
-Aaaaaaaahhh....(Se siente...muy bien.....) Tsuna podía sentir como la lengua de Hibari jugaba con su miembro rozándolo desde la base a la punta haciendo que este temblase de placer.Debido al intenso placer provocado por Hibari Tsuna no aguantó más y se corrió en la boca de Hibari.
-Aaaaaah....voy ah....AAHHHH...Hibari-san... Tsuna emitió un último gemido bastante más fuerte que los otros gritando el nombre de Hibari.
El líquido blanco y caliente que ahora se encontraba en la boca del joven de cabellos negros se escurría por la comisura de sus labios.
-Tsuna...te quiero.Hibari dijo esto mientras contemplaba como descansaba tapado con su chaqueta. -Hibari...san -¿Huh?¿Está hablando en sueños? Que mono es.
-Yo también...te quiero el joven murmuraba dormido sorprendiendo a Hibari.
-¿Os habéis divertido? -¿Que eres un bebé mirón? -Hium,cuida de él Hibari, y ni se te ocurra hacerle daño. Decía Reborn antes de marcharse apuntándole con su pistola.
Y así dió comienzo de una relación amorosa bastante turbulenta.
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