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-Hola, se os ve más descansados que antes.
-Podrías apostar lo, nos ha venido de lujo reposar un rato.
-¿Que es lo que querías decirnos? La rata nos avisó de que querías vernos.
-Estuve patrullando por la ciudad, reuniendo información sobre el estado actual del torneo, pero desgraciadamente no pude encontrar a nadie más, con vida quiero decir, la oveja en el parque, el perro en la azotea de un edificio, el gallo o lo que quedaba de su cuerpo mas bien, en una callejuela cercana a las alcantarillas... ninguno de ellos sobrevivió...
-Eso nos deja al caballo, el tigre, el buey, y la liebre....
Mas o menos lo que yo pensaba...pero aun seguíamos sin saber cuales eran las intenciones de la liebre y el paradero del guerrero del jabalí, desde el primer momento en el que nos cruzamos con el supe que algo no marchaba bien.
-Oye hermano, ¿Quien crees que será el primero en morir?
-No lo sé...
-Pfff me muero de ganas de ver su cara de idiota, jajajajaja, seguro que es algo en plan "¿Qué cojones ha sido eso?"
-No bajes la guardia, o es posible que ese idiota termines siendo lo tú.
-Hmm....Como si me fuera a dejar matar.
Aunque mi hermano y yo hacíamos un buen duo, no eramos perfectos, después de todo seguíamos siendo humanos, pero, si tuviera que señalar aunque fuera un solo defecto, sería la soberbia, que un guerrero sobre estime sus propias habilidades puede llevarle a la muerte.
-¿Y si tomamos el ascensor?
-Hoy estás vago eh.
-No es eso, idiota, no quiero malgastar energías antes de tiempo, waaaaah, me muero de ganas por freír a alguno, me están entrando los nervios.
Comprendía como se sentía, hasta ahora no habíamos luchado contra nadie más fuerte que nosotros, y la idea de enfrentarnos a rivales de nuestra talla era emocionante, pero no podíamos olvidar el verdadero objetivo del torneo, matar o morir, si no estás preparado para luchar con ello en mente no deberías entrar.
-Ya hemos llegado, parece que somos los primeros eeeeh, woaaaah veo que se lo montan en grande.
-Comportate, que no hemos venido a jugar.
-Jajajaja, ¿Qué no? Yo pienso disfrutarlo como un enano.
-¡Hey!
Cuando creía que las cosas no se podían tornar más extrañas, aparece un hombre con orejas de conejo, vestido con un smoking y una enorme cola esponjosa de conejo, sosteniendo dos copas una en cada mano.
-¿Que hacemos? ¿Nos lo cargamos?
-Espera, no sabemos si se trata de un empleado.
-Los cojones, pero si lleva un par de machetes en la espalda, a mi no me vas a tomar el pelo, tú, pedazo de friki, ¿Eres un participante de la Juuni Taizen no es así?
-Guerrero del conejo Asesino psicópata, Usagi
Efectivamente aquel fenómeno de circo se trataba de uno de nuestros futuros contrincantes, algo en el no me inspiraba demasiada confianza, pero no estaba seguro de por qué.
-Guerrero del dragón. Asesino codicioso, Gemelo Tatsumi mayor.
-Guerrero de la serpiente Asesino codicioso, Gemelo Tatsumi menor.
-Se os ve bastante cercanos, que envidia...
-Porque somos gemelos, ¿Acaso no se nota solo con vernos?
-¿Puedo ser vuestro amigo?
Un intento de alianza antes de que comenzara el torneo, la verdad es que apruebo su valentía para pedirnos ayuda sin ni siquiera conocernos, pero no sabría si calificarlo de ingenuo o descarado, realmente hay que estar loco de atar para aliarse con alguien como nosotros en un torneo en el que tu vida está en juego, además no me daba demasiada confianza.
-¿Que dices hermano?
-Ni borracho, como si fuera a servirnos un rarito como él.
-¿No queréis beber un poco?
Eso fue lo que dijo, pero en el momento en el que intentamos acercarnos a él soltó los vasos dejando que estos estallaran en contacto con el suelo, definitivamente ese tipo, no estaba muy cuerdo.
Aunque mi hermano y yo hacíamos un buen duo, no eramos perfectos, después de todo seguíamos siendo humanos, pero, si tuviera que señalar aunque fuera un solo defecto, sería la soberbia, que un guerrero sobre estime sus propias habilidades puede llevarle a la muerte.
-¿Y si tomamos el ascensor?
-Hoy estás vago eh.
-No es eso, idiota, no quiero malgastar energías antes de tiempo, waaaaah, me muero de ganas por freír a alguno, me están entrando los nervios.
Comprendía como se sentía, hasta ahora no habíamos luchado contra nadie más fuerte que nosotros, y la idea de enfrentarnos a rivales de nuestra talla era emocionante, pero no podíamos olvidar el verdadero objetivo del torneo, matar o morir, si no estás preparado para luchar con ello en mente no deberías entrar.
-Ya hemos llegado, parece que somos los primeros eeeeh, woaaaah veo que se lo montan en grande.
-Comportate, que no hemos venido a jugar.
-Jajajaja, ¿Qué no? Yo pienso disfrutarlo como un enano.
-¡Hey!
Cuando creía que las cosas no se podían tornar más extrañas, aparece un hombre con orejas de conejo, vestido con un smoking y una enorme cola esponjosa de conejo, sosteniendo dos copas una en cada mano.
-¿Que hacemos? ¿Nos lo cargamos?
-Espera, no sabemos si se trata de un empleado.
-Los cojones, pero si lleva un par de machetes en la espalda, a mi no me vas a tomar el pelo, tú, pedazo de friki, ¿Eres un participante de la Juuni Taizen no es así?
-Guerrero del conejo Asesino psicópata, Usagi
Efectivamente aquel fenómeno de circo se trataba de uno de nuestros futuros contrincantes, algo en el no me inspiraba demasiada confianza, pero no estaba seguro de por qué.
-Guerrero del dragón. Asesino codicioso, Gemelo Tatsumi mayor.
-Guerrero de la serpiente Asesino codicioso, Gemelo Tatsumi menor.
-Se os ve bastante cercanos, que envidia...
-Porque somos gemelos, ¿Acaso no se nota solo con vernos?
-¿Puedo ser vuestro amigo?
Un intento de alianza antes de que comenzara el torneo, la verdad es que apruebo su valentía para pedirnos ayuda sin ni siquiera conocernos, pero no sabría si calificarlo de ingenuo o descarado, realmente hay que estar loco de atar para aliarse con alguien como nosotros en un torneo en el que tu vida está en juego, además no me daba demasiada confianza.
-¿Que dices hermano?
-Ni borracho, como si fuera a servirnos un rarito como él.
-¿No queréis beber un poco?
Eso fue lo que dijo, pero en el momento en el que intentamos acercarnos a él soltó los vasos dejando que estos estallaran en contacto con el suelo, definitivamente ese tipo, no estaba muy cuerdo.
-Huh...
-Hum...
-Eso que tienes ahí...¿me lo prestas?
-Jajaja, buen intento genio, me gusta tu forma de pensar pero va a ser que no.
Esta conversación se estaba volviendo un tanto rara, y tediosa.
-Uh.....Oye herma-
Tal y como pensaba aquel individuo estaba actuando, para pillarnos con la guardia baja, en el instante en el que mi hermano se giró pude ver como este se avalanzaba sobre él blandiendo su cuchilla intentando degollarle el pescuezo, pero por suerte pude reaccionar a tiempo, por milésimas de segundo y tirar del brazo de mi hermano.
-¡Atrás!
Le grité mientras le disparaba nitrógeno líquido, me importaba una mierda que el torneo no hubiera empezado aun, no iba a dejar que un psicópata con orejas de conejo me convirtiera en sashimi.
-Cabronazo, querías degollarme mientras estaba distraído.
-Eso es lo que pasa cuando bajas la guardia delante de un pirado, a ver si aprendes.
-Quería avisarte de algo, pero eso ahora mismo no importa, primero nos encargaremos de este.
Los dos apuntamos hacia el conejo, pero este no vaciló ni un instante y continuó apuntándonos con sus machetes.
-Os convertiré en mis amigos lo queráis o no.
-Ven e inténtalo, valiente hijo de....
-¿Aún no nos han dicho las normas del torneo y ya os estáis matando?
Por suerte para la liebre fuimos interrumpidos por alguien más, Ushi, el famoso asesino sistemático había hecho acto de presencia. El conejo negó con la cabeza y escondió sus espadas en su cola, y acto seguido se despojó de su ropa de camarero quedando en una especie de tanga con tirantes y tacones rojos, su cambio repentino de atuendo era tan desconcertante como su comportamiento excéntrico de hace un momento.
-Si pretendes negociar con alguno de los que quedan vivos, te sugiero que andes con ojo, la liebre es peligrosa
-¿El que llevaba orejas de conejo? Ciertamente tenía un atuendo un tanto estrafalario pero...
-Casi me corta la cabeza antes de que empezara el torneo, y no paraba de decir que quería que fuéramos sus amigos, obviamente que NO está bien de la puta cabeza.
-Cálmate, en parte que eso pasara es culpa tuya, por subestimar le.
Ni siquiera yo comprendía bien, por qué pero terminamos advirtiendo al mono, ¿Por qué? Técnica mente solo íbamos a usarla para acabar con el buey.
-Agradezco la información, pero de todas formas tengo que intentar negociar con él, y si es necesario no me quedará otra opción que recurrir a la violencia.
-¿Por qué insistes en intentar convencer a todo el mundo de que no luche?
-Porque no hay ningún motivo por el cual tengamos que matarnos realmente las normas no nos obligan a matar a otros participantes, de hecho eso es lo que ellos quieren que hagamos, no lo que realmente nosotros queremos.
Lo que realmente queremos nosotros eh...Bueno en cierta manera el deseo por el cual ponemos nuestras vidas en juego es lo que realmente queremos conseguir con todo esto, pero...¿Realmente es necesario morir por un solo deseo? ¿Realmente queríamos participar en esto? ¿Qué es lo que quiero?
-¿Hermano?
-¿Cuál es vuestro deseo? ¿Por qué llegaríais a entrar en un torneo como este en el que cabe la posibilidad de que solo uno de los dos sobreviviera?
Asi que esta era la famosa asesina pacífica... la negociadora implacable, capaz de desmantelar hasta los corazones más acorazados, sus preguntas con doble moral se clavaban en mi como clavos ardientes, hasta ese momento nunca antes me había cuestionado si lo que hacía era correcto o por qué lo hacía, simplemente me limitaba a hacerlo, mientras estuviera con mi hermano el resto carecía de importancia, dinero, amor, salud, que importancia tendría cualquiera de esas cosas sin....
-¿Ocurre algo?
-No, no es nada....
¿Nuestro deseo dices? ¿Acaso no e obvio? Somos los hermanos Tatsumi , y nuestro único interés es el dinero....
Esto no llevaba ninguna parte, solo estaba jugando conmigo, no importa que clase de tretas intentase con nosotros, eramos dos ladrones y mercenarios a sueldo sin escrúpulos, no conocemos el significado de la palabra remordimiento.
-Siento haberme ido por las ramas, lo que quería contaros es que he encontrado los cuerpos de otros participantes, el perro, y la oveja están eliminados, sobre el resto, no puedo garantizar su estado actual.
-El cadáver del jabalí está bajo el control de la liebre, creo que se trata de un necromante, y si mis suposiciones son correctas me atrevería a decir que el gallo también es uno de sus juguetes, tiene las habilidades del ojo del cormorán y el non reload de su parte.
La situación pintaba mal estábamos arrinconados, y no teníamos demasiadas posibilidades de sobrevivir, pero la guerrera del mono seguía empeñada en negociar con los demás participantes aunque corriéramos el riesgo de morir.
-Ciertamente estamos en desventaja, por eso necesitamos hablar con el Buey, si unimos fuerzas el conejo será incapaz de seguir matando, y no podrá aumentar su séquito de cadáveres.
-Suena perfecto el problema es que dudo que se muestre cooperativo, estamos hablando del genio de la masacre, el asesino sistemático, incluso una experta pacifista como tú las pasaría canutas.
-Como tu has dicho soy una pacifista, he estado en numerosas guerras cada una más sanrgienta que la anterior, y en muchas ocasiones he tenido que poner en riesgo mi vida en el proceso de negociación por el bien de mi causa, soy una experta en artes marciales, y aunque aborrezco utilizar mi control de los estados de la materia para agredir a otros, si es necesario estoy dispuesta a luchar a muerte.
La había juzgado mal, estaba equivocado, la guerrera del mono era mucho más tenaz de lo que pensaba, quien diría hasta que punto sería capaz de llegar para resolver un conflicto, eso solo demuestra los horrores que ha debido de presenciar a lo largo de su vida, la guerra saca lo peor de la raza humana mi hermano y yo lo podemos asegurar, porque ya hemos estado envueltos en conflictos armados, como el caso de los farmacéuticos que experimentaban con huérfanos...el mundo está podrido hasta la médula, no puedes simplemente cambar el mundo con buena voluntad y una sonrisa boba.
-Perdona me el atrevimiento, pero, alguna vez has matado a alguien?
-Pues claro, no creas que me llaman asesina solo por aparentar, si estoy aquí es más que por mi misión como pacifista, en la Juni Taizen solo pueden entrar mercenarios o asesinos después de todo, preguntas a parte, creo que deberíamos centrarnos en el plan, primero hay que encontrar al buey no podemos enfrentar a la liebre solos, si queremos pararle los pies tendremos que unir fuerzas.
-¿Y crees que la liebre chiflada se va a quedar de brazos cruzados mientras nosotros reunimos refuerzos?
-Ahí es donde entráis vosotros, necesito que alguien entretenga al conejo mientras busco al buey, puede ser bastante peligroso, y hay muchas posibilidades de morir, por eso no quiero ser yo la que escoja al afortunado.
-Iré yo.
Para sorpresa de todos, la rata el guerrero mas inofensivo a simple vista levantó la mano perezosamente.
-¿Estás seguro? No te ofendas pero pareces un estudiante de secundaria ordinario y dudo que tengas suficiente fuerza como para defenderte de los zombies.
-No me subestimes, puede que a simple vista no lo parezca pero tengo más de un as en la manga.
Formamos dos grupos por una parte el mono y mi hermano, y por otra estábamos nosotros dos, no voy a negar que yo tampoco soy alguien muy sociable, pero la rata era sin duda un individuo un tanto peculiar, no solo no quería hablar sobre sus habilidades sino que evitaba el combate directo a toda costa, nuestra primera parada sería la biblioteca.
-Está atrancada desde dentro, podríamos congelar la puerta y luego destruirla, pero creo que eso solo haría que llamásemos la atención.
-Déjame esto a mi, soy experto en encontrar pasadizos.
Siguiendo sus pasos terminamos colándonos por un pequeño agujero que había en la pared, el cual llevaba al sistema de ventilación.
-No veo nada, está muy oscuro.
-Tengo el móvil encima, si quieres puedo usar el flash como luz.
-Espera, oigo algo.
En las profundidades de la oscura estancia podía escuchar el sonido de una respiración pesada y un tanto ronca, sin duda alguna alguien se estaba escondiendo aquí, y a juzgar por la forma de respirar, alguien robusto y de gran tamaño.
-Creo que es el Caballo.
Sirviendo nos de mi habilidad para levitar descendimos sin hacer ruido acercándonos sigilosamente hasta donde se encontraba el asustado guerrero del caballo entre un montón de estanterías.
-¿¡Quien anda ahí!?
-Somos el guerrero del dragón y la rata.
-Marchaos de aquí, os lo suplico, no quiero seguir luchando, ¡Me rindo!
-No queremos luchar.
-No volveré a ser engañado dos veces con el mismo truco.
A pesar de su defensa impenetrable o de su fuerza descomunal, aquel hombre estaba completamente desmoralizado.
-Dudo que podamos convencer le, mira le está completamente desganado, no queda nada de él...
-Deberíamos marcharnos, aquí corremos peligro.
Comenzaba sentirme incómodo quizás por la falta de oxígeno o por el calor sofocante de la estancia, lo cual era totalmente comprensible teniendo en cuenta mala ventilación y la ausencia de ventanas.
-Oye...¿Soy yo o hace más calor? espera eso es humo!?
-¡Tenemos que salir de aquí ya!
Tenía un mal presentimiento sobre esto, sentía que algo malo estaba apunto de pasar...y como de costumbre odié tener razón.
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